lunes, 27 de julio de 2015

LA TOLERANCIA DE LOS INTOLERANTES

Las voces se han levantado, los dedos han señalado culpables, las explicaciones se han dejado de lado, las culpas y sentencias estàn que se sienten en el aire. Esa dichosa marcha del pasado sàbado 25 no debió pasar según los defensores de los derechos de las minorías.
Para algunos, es muestra de la intolerancia social al matrimonio igualitario entre personas del mismo sexo, para otros, las debilidad del gobierno para aceptar y aprobar la ley que les permita ser un matrimonio y una familia. Otros más señalan como artífice de esa marcha y organización al Cardenal de Guadalajara, aunque la marcha se diera en una veintena de estados, eso es lo de menos, el Cardenal la ordenó. Y están los que tachan de marcha clientelar a los que de buena fe se congregaron para defender su postura y su punto de vista. Vamos! hasta el hecho de que llevaran globos rosas y azules los pone en el plan de intolerantes, pues aseguran que es obra de una mente cuadrada que se representen los sexos con esos dos colores.
Lo irónico de todo esto, es la intolerancia de quienes exigen tolerancia. Ya no es posible manifestarse en contra de algo pues de retrógada no te bajan, si es que te va bien, puesto que los calificativos altisonantes no se dejan esperar. Esperan y exigen que dejes tus convicciones y aceptes sin chistar, sin razonar y sin argumentar sus posturas... 
Ahora resulta que defender tus creencias te hace un neandertal, que tu pensamiento sigue siendo medieval y que si aparte tienes alguna creencia religiosa, de inmediato rechazan tu opinión, pues eres un zombie fanático que piensa lo que le dictan sus jerarcas y por lo tanto no eres capaz de desarrollar una opinión propia.
Siendo honestos, de ambos lados ha habido críticas y descalificaciones, de ambos lados ha habido fanatismo y cerrazón. De ambos lados se tiene la absurda postura de verdad absoluta. Y por lo tanto se llevan entre sus discusiones al resto de los ciudadanos que son los que al manifestar sus posturas reciben una buena dosis de intolerancia y agresividad, porque como los "líderes" han dicho tal cosa, entonces tooodos los que son de esa corriente, grupo, religión, estilo de vida, tienen ese pensamiento, por lo tanto eres un tarado, intolerante y no tienes derecho a abrir la boca si no es lo que quiero escuchar.
Me siento como cuando escucho a esas feministas recalcitrantes que odian todo lo que creen o imaginan que es de corte masculino: palabras, gestos, costumbres, educación, etc. Si dejas que te abra la puerta del auto, cuidado! es dominación en modo subliminal, te está diciendo débil! 
Si se ofrece pagar la cuenta cuidado! está asegurando que no eres una  mujer independiente y tiene que demostrarte que gana más que tú... linduras cómo esas...
La tolerancia no significa dejar pasar todo y hacerse el indiferente. Tolerancia no significa dejar tus convicciones y valores enterrados, para que alguien llegue con otros y los coloque por encima de los tuyos, sólo porque eres tolerante. Tolerancia no es quedarse callado, no es aceptar todo lo que propongan. 
Tolerancia es respeto. Respetar las diferentes creencia, posturas, ideas. Tolerancia es aprender del otro, es respetar la dignidad del otro. Es el vivir la frase "no estoy de acuerdo contigo, pero respeto tu convicción en defenderlo". Tolerancia es aceptar que se vive en una diversidad y respetar esa diversidad; pero también es el respetar el derecho de cada quién de manifestar su punto de vista, sus razones en completa libertad, sin agredir ni ser agredido, sin ofender y sin ser ofendido.
Ahora resulta que el que exige tolerancia, apertura, espacio y dignidad vapulea a quién opina diferente. Con eso de la libertad de pensamiento y de expresión, todo el que no piense o actúe como yo, está en el error y merece ser crucificado y si es publicamente mucho mejor! Nada más falta que quieran quemarlos en la hoguera por medievales.
Una sociedad no avanza no por no tener costumbres o ideas o creencias tradicionales, no puedes rechazar o negar los valores que son inherentes al ser humano, no puedes dejar de lado la moral, no puedes afirmar que valores y moral son sinónimos de religión, fanatismo y mochería.  Una sociedad no avanza en cuanto no se tenga un punto de encuentro, no avanza en cuanto se aleja cada vez más de su esencia e identidad. 
El sábado se manifestaron familias y órdenes religiosas, ya por eso los grupos en contra aseguran que son un rebaño al cual no se les debe tomar en cuenta, pues es la opinión de los jerarcas de la iglesia. Y los que marcharon recibieron aplausos y también críticas e insultos, agresiones, simplemente por exponer su punto de vista. Para los detractores, estuvo mal, es una muestra de intolerancia y aún mas, acusaron de utilizar a los niños para hacer semejante atrocidad.
Se les olvida que ellos tambien hicieron su marcha, algunos incluso desnudos, disfrazados, otros utilizaron imágenes religiosas para hacer mofa de las creencias de los demás, ridiculizando la religión. Y eso está bien, eso se les permitió pues es su libertad de expresión, y cuidadito con manifestarse en contra, porque, aunque fuera de pésimo gusto las escenificaciones de los crucificados, si levantabas la ceja eras tachado de intolerante, si bien te iba.
El problema aquí es la radicalización de posturas, las exigencias de una minorías, (lo siento, siguen siendo minoría, y eso no le resta importancia, ni dignidad) por encima de la mayoría, la exigencia de un respeto que no están dispuestos a dar, la exigencia de una postura que no permite diálogo a menos de que sea a favor. Y por el otro, el extremo de un grupo que condena y sentencia. Ninguno escucha y ninguno está dispuesto a sentarse a negociar. Unos exigen la aprobación de una ley a costa de lo que sea, so pena de descalificar gobierno y sociedad de impedir al avance de la sociedad; otros en abatirla so pena de calificar al gobierno y sociedad de permisivo e inmoral. ambos grupos creen tener la verdad,ambos grupos descalifican sin piedad, y en medio queda la sociedad, aquellos a quienes no se les pide opinión, porque si opinan (como el sábado) no se les reconoce de un lado ese derecho. 
El problema es esa intolerancia, ese afán de ser víctimas a toda costa, dándose el permiso de agredir, de descalificar. No es una lucha! Los derechos humanos no es una bandera de intolerancia por favor! todos tenemos los mismos derechos, primero y el más importante: a la vida. Tenemos derecho a una vida digna, a creer en lo que nos dé la gana, a vivir a nuestro gusto, a estudiar lo que queramos, a sentir y pensar diferente al vecino o a nuestros padres y ser respetados por eso.
Yo como madre no espero que mis hijos piensen igual a mi, por Dios, no son Rosana! cada uno es un ser individual y peleo porque defiendan sus posturas y sus derechos. Que no se agredan por ser distintos entre sí, que aprendan del otro en esa disparidad de pensamiento; que lleguen a acuerdos en esta convivencia diaria, eso sí, que los valores que se les inculcaron no sean comprometidos por sus propósitos y metas. (Y no me importa si por la última frase alguien piensa "ya le salió lo mocho")
Soy madre y defiendo la vida, la familia, el respeto, la tolerancia, mi dignidad, mis creencias. No soy fanática ni cerrada, ni retrógrada, ni anarquista. Mi fe no es medieval, ni condeno al que es diferente o piensa lo contrario a mi. Valoro al que hace algo por sí mismo, por su sociedad, por su país. Al que respeta y defiende al vulnerable. Al que vive sin pisotear, sin humillar, sin agredir. Defiendo al congruente y al honrado.  Y eso de leer y ver la guerra de declaraciones, con humillaciones y descalificaciones asegurando poseer la verdad absoluta y exigiendo tolerancia siendo intolerantes, me pone a pensar: Éstos son los que dicen que somos un país atrasado? Qué nunca vamos a salir de la mediocridad? Bueno, pues así no. Si en eso no nos ponemos de acuerdo, menos es cosas importantes como los gobernantes, exigir calidad de ida, mejores salarios, más empresas que inviertan en nuestro país, respeto a las leyes, castigar la corrupción. Pero esos temas parecen banales, lo importante es como sociedad tirarnos hasta con la cubeta, al fin y al cabo ahí tenemos novelas y a Laura Bozzo que nos llamará a su programa para decirnos cuan tontos e indignos somos de pisar esta vida...
Si pedimos tolerancia sin estar dispuestos a otorgarla. Si exigimos respeto pisoteando a los demás, si queremos respeto a nuestra dignidad insultando al otro, seguimos siendo retrógradas, medievales, cerrados de mente. Dejemos de fingir tolerancia en nuestra intolerancia, dejemos de exigir respeto en nuestro afán de ofender, dejemos de pedir dignidad en  nuestro afán de dañar al otro. 
Aquí no entra el "el tiempo dirá quién tiene la razón" aquí entra el sólo el tiempo nos mostrará quienes tienen la madurez de conciliar. Mientras, seguiremos con ese vaivén de culpas y reclamos al por mayor...