jueves, 21 de febrero de 2013

Carta a mis amigos

Cuando niña, tus amigos eran con los que jugabas, con los que te juntabas en la escuela, los que te invitaban a sus cumpleaños, los que iban a los tuyos...
Detalles pequeños hacían que siguiera la amistad o no, por ejemplo no me prestó pegamento, tijeras, en el recreo casi no me habló...
Conforme crecimos la amistad fue teniendo otro valor, otro sentido, era más complicidad: el niñ@ que te gustaba, las cartitas, la ropa... ya los ratos de compartir seguían por la noche y las pijamadas eran pan de cada fin de semana, y las madres con el Jesús en la boca por la música, las risas en la madrugada, y al día siguiente ver el desorden de cobijas, comida, ropa y el tendedero de chamacas que abrían el ojo pasado el mediodía... y un nuevo desorden en la cocina con motivo de un muy retarado desayuno.
A estas alturas de la vida la amistad es completamente  diferente, hoy no espero el regalo en mi cumpleaños o en navidad, ya no nos reunimos en casa de alguna para ayudarnos a elegir el look para una fiesta. Ya no nos hacemos bola en una reunión para secretearnos de los mocosos que asistieron...
Hoy la amistad se torna de una madurez que de niña se antojaba, aburrida egoísta, impensable!! La amistad es más fuerte, más segura, y sobre todo, no es necesario estar pegadas 12 o 14 horas al día ni estar pegadas al teléfono las horas restantes para demostrar el cariño.
Mis amig@s de hoy me encantan!! y con amig@s incluyo los que han estado conmigo desde la infancia y a aquellos que a lo largo de mi vida se han cruzado en mi camino para quedarse, o simplemente para estar un tiempo y después alejarse sin lágrimas, sin rencor...
Me encantan por la simple razón de que no hay un día que no sepa de alguno de ellos, porque las pláticas son maravillosas, porque está la sensación de que no ha habido distancia ni tiempo entre nosotros. Porque puedo pasar días o meses sin verlos y al momento de coincidir  el abrazo, la sonrisa, la memoria estás presentes como si fuese ayer que nos vimos.
Me encantan porque confían en mi, sus miedos sus dolores, sus penas, sus triunfos, sus fracasos. Porque lloran en mi hombro, porque ríen con mis mensadas, porque comparten su vida y su familia conmigo.
Me encantan porque tengo con quien cantar hasta quedar afónica, no importa si son las 3 o las 5 de la mañana; porque tengo con quien filosofar, con quien aprender a ser madre, con quién platicar de religión de cocina, de viajes, de culturas.... o simplemente pasar el tiempo leleando, bromeando o recordando....
Me encantan porque me aceptan tal cual soy, porque me dan mucho más de lo que le he dado, porque han estado a mi lado en las buenas y en las malas.... y en las peores. Me han tendido su mano, me han ayudado en momentos difíciles, pero principalmente me han aguantado mi carácter y mi genio con sus obsesiones y manías.
Me encantan por la sencilla razón de que son mis amig@s, porque me escogieron como tal, porque me recuerdan y de repente me dedican un ratito de su vida.
Soy una persona sumamente afortunada, tengo amig@s que son mi familia... personas más que valiosas que me han enseñado la bondad, la entrega, el cariño, la solidaridad, la confianza, el valor, la honestidad....
A todos ellos, simplemente GRACIAS