jueves, 6 de abril de 2023

ESCRIBO... SALUD POR HACERLO DE NUEVO!!!!

Hoy me he sentado a escribir, tengo un lindo paisaje nevado frente a mí, y una taza de café. Estoy dejando que mi cabeza simplemente guie a mis dedos para poder apretar las teclas que formen las palabras y las frases que quiero en este momento exponer.
He tenido cambios radicales en mi vida y en mi persona en los últimos años. Hoy, me miro al espejo y veo una imagen diferente,  es cierto que en ocasiones esa imagen no me gusta, en otras sí. Pero lo que no puedo negar, es que esa mujer frente al espejo es alguien que aprendió primero, a descubrir que tiene alas, que sirven y que son más grandes y fuertes de lo que pensaba.
Aprendió a tomar decisiones, a delinear proyectos y metas a corto y largo plazo; por y para ella. A convivir con ella y conocerse más a fondo. Y vaya que es difícil esa mujer!!! con sus ideas, mañas, miedos, monstruos en la cabeza, con sus fobias y sus delirios. Pero fluye cuando escucha su música y canta, y baila, y toma su café por las mañanas y se deja llevar por el aroma... todo fluye cuando sueña despierta y habla sola para arrreglar su mundo. Todo fluye al igual que sus rizos sueltos que brillan bajo el sol. Con una carcajada despatarrada, que rompe el silencio de la casa como tren que va a todo vapor.
Hoy me he sentado a escribir, hacer lo que siempre me ha ayudado, me ha gustado y se me ha dado con facilidad. Por el gusto, por la añoranza, por la necesidad de plasmar lo que traigo en esta cabeza loca que de más de una vez me ha sacado de mis casillas, que me ha llevado del paraíso al infierno. Que me cuestiona, que no deja de trabajar, que no da tregua. Pero que también me aclara, me guía, me hace poner pies en tierra y recordarme que cada día es una ganancia, aunque me cueste abrir los ojos y buscar el moivo para iniciar.
Estoy sentada a miles de kilómetros de casa, de mis hijos, de mi tierra. Iniciando un nuevo capítulo en mi vida, no niego que a veces me preguno qué tan loca estoy para haber dejado todo e iniciar de cero. A veces me preguno si fue valentía, locura o cobardía. A veces me felicito porque he encontrado nuevas habilidades, he aprendido a ser paciente, menos atrabancada y más prudente. He aprendido a ser yo, y mis habilidades y virtudes son las que me han mantenido entre estable y medio cuerda. 
Hoy es Rosana la que da la cara por Rosana. Rudo asunto. Angustiante en ocasiones, con satisfacciones y caídas. Pero al final del día, agotada, enojada, frustrada, feliz... sé que ese día fue todo mío, bueno y malo, y que cada aprendizaje ha sido para mi bien y para seguir escribiendo esta nueva historia.
Estoy escribiendo con mi estado de ánimo similar al clima de aquí: después de varios días de nevada, hoy está el cielo azul y el sol brillando a más no poder... (de la temperatura mejor no hablamos, siempre he dicho que el sol en estos días es igual a la luz del congelador, ahí está de lindo adorno, pero no calienta ni por piedad de Dios) No negaré que se han vivido días complicados; que me he cuestionado mis decisiones, otros he querido tomar todo y regresar. Pero al nuevo día, sale el sol y veo lo que hago,  lo que me ha ayudado. No ha sido fácil, pero al ver mi imagen en el espejo, confirmo que ha valido la pena cada descalabro y cada premio.
Esoy sentada frente a mi computadora, escribiendo no sólo como terapia, sino como parte de lo que soy, de lo que en un momento se me dió como talento (eso creo y siento) y porque me gusta compartir de repente las cosas que salen de mi cabeza, de mi locura, incluso de esa cordura que en ocasiones se me esconde por días y de repente aparece poniendo todo de cabeza. Sí, de cabeza. Pero me ayuda a tener otra perspectiva de las cosas, de mi vida. Escribo, dejando que mis dedos recorran las teclas una y otra vez, que mi cabeza decida lo que se debe escribir, en momentos con rapidez y en otros, saboreando las palabaras, los momentos, volteando a la ventana  ver las montañas, el cielo azul que se escondió por unos días. Agradeciendo la oportunidad de un nuevo día. Agradeciendo las enseñanzas, las añoranzas, los recuerdos. Los días buenos, los malos y los que prefieron para el olvido. Los paisajes, los lugares conocidos, las nevadas, los sustos; los animales encontrados en los caminos. Los colores, los olores, los sabores. Las personas que he enconrado en el día a día, las sonrisas, las palabras, la compañía. 
Escribo desde mi locura, desde mi sonrisa que sale con las palabras, desde las lágrimas que han caído en este trayecto y por este escrito. Escribo, porque quiero regresar a hacerlo. Porque me gusta y porque lo quiero. Salud con mi café, con la montaña nevada, el cielo azul, el sol brillando, salud con el frío afuera y el calorcito dentro. Salud por este día y por las palabras que salieron para quedar escritas.