domingo, 27 de agosto de 2023

A las mujeres de mi vida

 Generalmente se agradece a las personas que de alguna manera han contribuido en tu vida. Y está bien. Ser agradecido es una manera de reconocer y bendecir lo bueno que se ha recibido a lo largo de la vida.

Sin embargo, poco se dice de agradecer a aquellas personas que por sus acciones negativas, también influyeron en la toma de decisiones personales. En el cambio de dirección. En reflexionar y hacer introspección de si se está cometiendo el mismo error.

Hoy inicio agradeciendo precisamente a esas mujeres que han sido un ejemplo de lo que no quiero ser y hacer. Agradecer a esas mujeres que me enseñaron en carne propia lo terrible que puede ser una mujer en contra de su propio género.

A esas mujeres manipuladoras. Controladoras. Mentirosas. Orgullosas. Violentadoras. Mujeres que no les interesa pasar por encima de las demás. Denigrarlas. Insultarlas. Usarlas. Hablar pestes de ellas, más aún cuando reciben ayuda incondicional.

Agradezco enormemente haberme topado en mi vida con cada una de ellas. Porque me enseñaron a la mala que la gente no siempre es como uno. Y que el peor enemigo de una mujer, lamentablemente es otra mujer.

Agradezco a las mujeres que hablan pestes de las "amigas" cuando están ausentes. Que platican sus secretos. Confidencias. Que exhiben su vida sin autorización. Que se burlan de su situación. Que las juzgan. Las destrozan sin compasión.

Agradezco a las que asumen un rol de jueces moralmente autorizadas para determinar quién es una p... quién no. Quienes juzgan por su status económico. Familiar. Laboral. Y determinan que son malas mujeres, esposas, madres, hijas solo porque así lo decidieron.

Agradezco a las que por su orgullo nunca reconocen un error. Que no tienen todo el conocimiento del mundo. Y que hacen tremendas maromas para salir avante. A esas mujeres que en lugar de prepararse, asumen que por gracia divina tienen el conocimiento del universo y si lo comparten es porque son buenas personas y hay que agradecer que quieran iluminar a los demás que vivimos en la oscuridad. Aún si eso incluye denigrar o insultar a los demás. 

Agradezco a las controladoras, a esas que deciden por los demás. Que asumen por los demás. Que se autonombran líderes absolutas. Que su palabra es ley y verdad infinita. A esas que de manera directa o sutil te dicen cómo debes vestir, maquillarte, caminar, ser... Que te critican duramente si subes de peso, si muestras tus atributos o si no. Que deciden cómo debes ser como madres, esposa, mujer. Que ponen sus lineamientos y cuidadito si no los sigues. 

Agradezco a las que violentan física o verbalmente a quien ven o más fuertes o más débiles que ellas. A esas mujeres que no les importa el cómo; sólo quieren ser las mejores a costa de lo que sea. A aquellas que inventan historias de sus "amigas" o conocidas para hacerlas ver terribles ante los demás. Sin importar que sus hijos o familia se enteren.

Agradezco a las mujeres que ponen trabas a sus compañeras de trabajo para que no mejoren. A las que aseguran apoyar, ser sororas; pero son incapaces de ver los talentos en las demás. La calidad de su trabajo y su importancia en que ellas crezcan por el bien de las demás.

Agradezco a las que marchan por las mujeres y cada día hacen una, dos o todas las cosas que he enlistado. A las que gritan en contra de los hombres y clavan el puñal detrás de la mujer quie tienen al lado. Agradezco enormemente esos ejemplos de esas mujeres que Dios me puso en mi camino para aprender.

En algunos casos fui víctima de ellas, en otros yo hice algunas cosas. Con el tiempo, reconozco que hubo veces que mi actuar no fue el correcto. Y hoy pudo disculpas a aquellas mujeres que lastimé. Agradezco su ejemplo de lo que No se debe hacer. De las consecuencias. Del daño que se ocasiona.

Agradezco su presencia porque me enseñaron lo que no quiero ser. Lo que no quiero para mis hijas. Lo que no se debe hacer si es que queremos superarnos, crecer, ser mejores. Les agradezco que me hayan abierto los ojos y no confiar en mujeres así. En alejarme de ellas. En buscar mujeres que no sean tóxicas. 

Pero también hoy agradezco a las mujeres que son íntegras. Que tienen los valores bien puestos y siempre te dan tu lugar. Las que son leales. Honestas. Sororas. Las que te impulsan. Las que cuando ven una oportunidad la ceden a quien tiene las mejores aptitudes.

Las que son reales confidentes. Amigas. Compañeras de trabajo y de lucha. Las que te muestran tus errores y están contigo aún cuando ni tu misma te soportas. A esas mujeres que no juzgan, sino que guían con razón y amor. A las que no les importa si estás gorda, flaca, despeinada, desmaquillada, borracha o cruda y te quieren y cuidan por igual.

Agradezco a la mujeres que se han alejado de mi vida y de las que me alejé. Agradezco lo que aprendí y lo que me hicieron reflexionar y cambiar. Agradezco haber dejado a quien no aportaba nada bueno en mi vida y en la de mis seres queridos. 

Y agradezco y bendigo a las que son luz y enseñanza. A las que siguen a mi lado a pesar de mí. A las que me buscan. A las que busco. Con las que puedo ser y crecer. Agradezco a esas dos hijas que han aprendido a ser esas mujeres que admiro y de las que estoy orgullosa. Por ser valientes, íntegras, fuertes, inteligentes, sensatas, amorosas, sororas.

A las mujeres de mi vida. Gracias por lo bueno y lo malo. Porque gracias a ellas tomé la decisión de ser mejor cada día. De aportar algo bueno a este mundo. De no dejarme vencer ni caer. 

Gracias a Dios por todas ellas


viernes, 11 de agosto de 2023

Simple reflexión a final de semana

 Hace tiempo tomé una decisión que definitivamente cambió mi vida. Pero sobre todo me dió un golpe de realidad en relación con las personas que tenía a mi lado. Durante años pensé que tenía muchos amigos, y no era cierto. Tenía amigos, conocidos y personas que se hacían pasar como amigos con la intención de obtener un beneficio personal.

En los últimos años he tenido una desbandada de personas en mi vida. Dejé de serles útil. Aún personas que yo nunca imaginé que eran de ese tipo, fueron las primeras en dejar de responder mensajes, llamadas. Me sacaron de redes sociales y de su vida como se saca algo que ya no sirve más.

No negaré que estaba desconcertada. Dolida. A muchas de esas personas les ayudé de varias maneras una y otra vez. Y su agradecimiento fue borrarme de su vida. Otros lo hicieron diciendo barbaridad y media. Otros de manera silenciosa.

Sin embargo. Hubo también quien en los más duros momentos, se acercaron a mí y no me soltaron. Personas con las que no tenía mucho contacto, se volvieron cercanas.  También están los que en ningún momento se han alejado. Y siguen presentes en mi vida, que siguen siendo parte de esta historia de mi día a día. Algunos más cercanos que antes!!!

Todo pasa por algo. Esa limpieza de personajes me dio un enorme respiro. Me enseñó que no soy yo la que les falló. Y qué en todo momento habrá personas que no son leales, genuinas y que no es mi problema.

Estoy en un proceso de sanación, de encuentro, de descubrirme, y de encontrar mi misión en este mundo. Lo que me sume que se quede. Lo que reste que se vaya. Ya no estoy para cargar con pesos inertes o con problemas ajenos. Ayudo al que me nace ayudar y si esa persona no lo valora, no es mi problema. Uno da lo que tiene.

Hoy es un parte aguas de nuevo en mi vida. Un nuevo caminar. Un nuevo capítulo en mi vida personal. Ayer Rosy me dió el más valioso de los consejos en medio de un momento de dolor: si no te valoran no te quedes; eres más fuerte y grande de lo que crees; y vales demasiado para los que sabemos la mujer que eres. Tus hijos te conocen a la perfección y aún con tus errores, hay muchas más cosas buenas. 

Me dijo que no dejara de escribir. De sentir, de reír, de ser yo. Que está segura que seré muy feliz, que no me angustie. Todo estará bien. Que me toca pensar y vivir por y para mí porque mis hijos estarán a mi lado todo el tiempo apoyándome. 

Todo pasa por algo. Y cada momento es de aprender. De analizar. De probar mi fuerza y de qué estoy hecha. Cada decisión que tome viene con algo bueno o malo que me va a ayudar a crecer, a conocerme, a seguir. 

Cómo dijo Rosy. A pesar de mis fallas, errores, el saldo es positivo. 


miércoles, 10 de mayo de 2023

10 de mayo

 Hoy es un día especial para aquellas que fuimos bendecidas con la maternidad. No sólo quiero felicitarlas a cada una. Quiero en especial dedicar este escrito a tres personas que me hicieron entender el amor incondicional, el perdón, la nobleza y la solidaridad: mis hijos.

Por alguna razón quisieron que está mujer fuese su mamá. Es cierto que vinieron a voltear mi mundo. A sacarme de mi zona de confort. Pero al mismo tiempo me  ayudaron a conservar esas cosas que te dicen no están bien en un adulto.

Gracias a ellos seguí siendo una niña y más cuando de caricaturas se trata y de juegos. Conservé mi risa escandalosa; mi curiosidad y mi capacidad de asombro. Seguir bromeando y reír de las cosas simples. No necesitaba estar presentable para que me dijeran que soy bonita. Ni peinar mi cabello o maquillarme. Gracias a ellos me sentí la mejor mamá del universo!!!

Me enseñaron a ser paciente. A ser más noble. Más juiciosa. Menos impulsiva. A escuchar con más atención. A entenderlos en sus diferencias y a amarlos como loca aún en sus malos días. Que podía hablar con ellos en vez de imponerme. Que pasar un día en pijama viendo películas y atacarnos de palomitas estaba más que bien!!! Que cantar en el auto con toda la pasión me alegraría el día y el tráfico pasaría a segundo plano.

Que comer helado, chocolates, skwinkles; fruta con chile, limón, Tajín y chamoy es un manjar; que desahogarse cuando se tiene un problema, un enojo es sano; que leerles en las noches serían de los mejores recuerdos; que jugar con ellos juegos de mesa sería mi bullying de por vida. Que cocinar todos juntos y quedarse en la sobre mesa reforzaría nuestros lazos. Que tener un momento para cada uno sería el día perfecto. 

Me enseñaron la nobleza al extremo. El amor incondicional. La solidaridad. Que llorar frente a ellos estaba bien. Que no necesito ser wonder woman, que puedo ser vulnerable frente a ellos. Que pedirles perdón no me quitaba autoridad ni respeto. Me enseñaron que el amor no se va cuando te enojas, regañas o castigas. Me enseñaron a ser fuerte ante la enfermedad y el miedo. A ser menos aprensiva ante sus aventuras y experimentos. A ser más abierta a nuevas ideas. Me enseñaron a ser más creativa. Me enseñaron que tener miedos ni estaba mal, que era humana como todos y que no estaba mal serlo.

Sé que venirme lejos de ellos fue muy fuerte y fueron sin embargo nunca me dijeron no lo hagas. Al contrario, me han alentado siempre aún a pesar de mis errores. Aún a pesar de haberlos lastimado y decepcionado. Han estado siempre apoyando a esta loca. Queriéndome. Apostando por mí.

Hoy me siento la madre más afortunada. Tengo tres tesoros que me eligieron a mí!! A pesar de todos mis defectos y miedos; quisieron que yo estuviera a su lado. Este día es por y para ellos. 

Gracias Rosy, Luisa, Miguel por tanto amor, risas, experiencias, vivencias, recuerdos, regaños, ejemplos, enseñanzas. Por estar aquí y por ser esas personas tan maravillosas. Estoy orgullosa de lo que logrado. De lo que son y de lo que dan a los demás. 

Gracias por permitirme celebrar este día a plenitud. 

 

jueves, 6 de abril de 2023

ESCRIBO... SALUD POR HACERLO DE NUEVO!!!!

Hoy me he sentado a escribir, tengo un lindo paisaje nevado frente a mí, y una taza de café. Estoy dejando que mi cabeza simplemente guie a mis dedos para poder apretar las teclas que formen las palabras y las frases que quiero en este momento exponer.
He tenido cambios radicales en mi vida y en mi persona en los últimos años. Hoy, me miro al espejo y veo una imagen diferente,  es cierto que en ocasiones esa imagen no me gusta, en otras sí. Pero lo que no puedo negar, es que esa mujer frente al espejo es alguien que aprendió primero, a descubrir que tiene alas, que sirven y que son más grandes y fuertes de lo que pensaba.
Aprendió a tomar decisiones, a delinear proyectos y metas a corto y largo plazo; por y para ella. A convivir con ella y conocerse más a fondo. Y vaya que es difícil esa mujer!!! con sus ideas, mañas, miedos, monstruos en la cabeza, con sus fobias y sus delirios. Pero fluye cuando escucha su música y canta, y baila, y toma su café por las mañanas y se deja llevar por el aroma... todo fluye cuando sueña despierta y habla sola para arrreglar su mundo. Todo fluye al igual que sus rizos sueltos que brillan bajo el sol. Con una carcajada despatarrada, que rompe el silencio de la casa como tren que va a todo vapor.
Hoy me he sentado a escribir, hacer lo que siempre me ha ayudado, me ha gustado y se me ha dado con facilidad. Por el gusto, por la añoranza, por la necesidad de plasmar lo que traigo en esta cabeza loca que de más de una vez me ha sacado de mis casillas, que me ha llevado del paraíso al infierno. Que me cuestiona, que no deja de trabajar, que no da tregua. Pero que también me aclara, me guía, me hace poner pies en tierra y recordarme que cada día es una ganancia, aunque me cueste abrir los ojos y buscar el moivo para iniciar.
Estoy sentada a miles de kilómetros de casa, de mis hijos, de mi tierra. Iniciando un nuevo capítulo en mi vida, no niego que a veces me preguno qué tan loca estoy para haber dejado todo e iniciar de cero. A veces me preguno si fue valentía, locura o cobardía. A veces me felicito porque he encontrado nuevas habilidades, he aprendido a ser paciente, menos atrabancada y más prudente. He aprendido a ser yo, y mis habilidades y virtudes son las que me han mantenido entre estable y medio cuerda. 
Hoy es Rosana la que da la cara por Rosana. Rudo asunto. Angustiante en ocasiones, con satisfacciones y caídas. Pero al final del día, agotada, enojada, frustrada, feliz... sé que ese día fue todo mío, bueno y malo, y que cada aprendizaje ha sido para mi bien y para seguir escribiendo esta nueva historia.
Estoy escribiendo con mi estado de ánimo similar al clima de aquí: después de varios días de nevada, hoy está el cielo azul y el sol brillando a más no poder... (de la temperatura mejor no hablamos, siempre he dicho que el sol en estos días es igual a la luz del congelador, ahí está de lindo adorno, pero no calienta ni por piedad de Dios) No negaré que se han vivido días complicados; que me he cuestionado mis decisiones, otros he querido tomar todo y regresar. Pero al nuevo día, sale el sol y veo lo que hago,  lo que me ha ayudado. No ha sido fácil, pero al ver mi imagen en el espejo, confirmo que ha valido la pena cada descalabro y cada premio.
Esoy sentada frente a mi computadora, escribiendo no sólo como terapia, sino como parte de lo que soy, de lo que en un momento se me dió como talento (eso creo y siento) y porque me gusta compartir de repente las cosas que salen de mi cabeza, de mi locura, incluso de esa cordura que en ocasiones se me esconde por días y de repente aparece poniendo todo de cabeza. Sí, de cabeza. Pero me ayuda a tener otra perspectiva de las cosas, de mi vida. Escribo, dejando que mis dedos recorran las teclas una y otra vez, que mi cabeza decida lo que se debe escribir, en momentos con rapidez y en otros, saboreando las palabaras, los momentos, volteando a la ventana  ver las montañas, el cielo azul que se escondió por unos días. Agradeciendo la oportunidad de un nuevo día. Agradeciendo las enseñanzas, las añoranzas, los recuerdos. Los días buenos, los malos y los que prefieron para el olvido. Los paisajes, los lugares conocidos, las nevadas, los sustos; los animales encontrados en los caminos. Los colores, los olores, los sabores. Las personas que he enconrado en el día a día, las sonrisas, las palabras, la compañía. 
Escribo desde mi locura, desde mi sonrisa que sale con las palabras, desde las lágrimas que han caído en este trayecto y por este escrito. Escribo, porque quiero regresar a hacerlo. Porque me gusta y porque lo quiero. Salud con mi café, con la montaña nevada, el cielo azul, el sol brillando, salud con el frío afuera y el calorcito dentro. Salud por este día y por las palabras que salieron para quedar escritas.